quarta-feira, 29 de julho de 2020

FELIZ 2020

Un año más termina, y, como viene siendo costumbre, es momento de hacer balance de lo que ha supuesto este 2019 para Curiosidades Numismáticas. Nunca pensé, cuando comencé a publicar entradas a principios de 2012, que seguiría haciéndolo regularmente ocho años después aunque lo cierto es que tampoco tenía una estrategia concreta. Simplemente tenía ganas de plasmar mis ideas y conocimientos y blogger ofrecía las herramientas para ello. El nombre del blog, deliberadamente ambiguo, me ha servido para poder abarcar infinidad de temas, desde los billetes locales contemporáneos hasta las monedas antiguas del subcontinente indio pasando por formas diferentes de dinero-mercancía. La pestaña "curiosidades por países", actualizada regularmente, da buena cuenta de ello.



Este año he introducido una nueva serie llamada "homenajes nuismáticos", dedicada a monedas y billetes contemporáneos que conmemoran dinero emblemático del pasado y que espero dé para muchas más entradas. Además, he encontrado nuevos temas para continuar la serie "billetes con (una) historia", comenzada en 2018 con la idea de desvelar historias que contiene el papel moneda, tanto en sus diseños como en su concepción. Si tuviera que elegir las dos entradas que más he disfrutado escribiendo este 2019, una de ellas entraría dentro de la serie de homenajes, concretamente la dedicada a (sorpresa) la China Antigua. Se trata de las monedas de céntimo chinas de la década de 1930, con una imagen de moneda-azada en el reverso. Las monedas-azada surgieron aproximadamente durante los siglos VII-VI a.C. y pueden considerarse las primeras monedas de Asia Oriental en tanto que gozaban de oficialidad, es decir, eran producidas y puestas en circulación por iniciativa de las autoridades competentes. De esta forma, tuve la oportunidad de centrarme en dos periodos de la historia de China muy dispares pero curiosamente conectados a través de la numismática.   


Con respecto al papel moneda me quedaría con las denominaciones birmanas de la década de 1980, fruto de los delirios del dictador Ne Win y su obsesión con la numerología, que llevó a las autoridades a emitir billetes de 15, 35, 45, 75 y 90 kyats. Una muestra clara de cómo las decisiones caprichosas de un autócrata pueden afectar directamente al día a día de los ciudadanos, aunque también conducir a aquél a su caida.  

Y hoy, con el fin de despedir el año y desearos unas felices fiestas me complace compartir el notgeld más parecido a una felicitación navideña que he podido encontrar. Se trata de una serie de seis billetes de 25, 50 y 75 pfenning de 1921 de la localidad de Hemdingen en Schleswig-Holstein al norte de Alemania, cerca de la frontera con Dinamarca. Combinando la naturaleza cristiana de la Navidad con los mitos y leyendas nórdicas, podemos leer en cada uno de los anversos "des elfchens reise auf die erde ein weihnachtsspiel", que, gracias al traductor podemos entender como "el viaje del elfo a la tierra es un juego de Navidad". Esto, unido a sus brillantes colores propios de las ilustraciones de los códices medievales, consiguen dar un toque mágico a un dinero de emergencia que, estoy seguro, jamás pudo ser utilizado. Yo por lo menos nunca lo haría. 



Por un 2020 en el que nuestros sueños se hagan realidad, o por lo menos se acerquen mucho a ello. 


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